20080326

PONTEVEDRA-CALDAS DE REIS

Hay que cambiar el agua al canario de vez en cuando

Paraje típico de Galicia

Cruceiro

Con el medieval Ponte Bermaña

El puente solo

Frente a uno de los balnearios de Caldas



29 de agosto, miércoles: (Pontevedra – Caldas de Reis)

Desayuno en la estación de autobuses y salida a las 8,15 h. Cruzamos Pontevedra, muy bonita también sin gente, atravesando el río Lérez por el Ponte do Burgo y continuando por la rua da Santiña, vamos dejando atrás el casco urbano. La ruta discurre paralela a la via del ferrocarril un buen tramo. Hoy tenemos bastante asfalto aunque poca carretera. Pasamos bosques de pinos y eucaliptos y, tras un suave ascenso, alcanzamos la iglesia de Santa María de Alba, próxima al lugar de Goxilde, donde el Arzobispo Xelmírez descansó con sus huestes procedentes de Braga y camino de Compostela.

Unos cuantos metros por carretera y el Camino se interna por uno de los tramos más evocadores del trazado. Entre abundantes parras, pasamos por las pequeñas aldeas de Liborei y Castrado, envolviéndonos a continuación el bosque autóctono, llegándonos de todas partes el rumor del agua de los manantiales y haciéndose notar la soledad y el silencio más que nunca. El suelo está irregular y a veces encharcado teniendo que bordear algún barrizal. De nuevo la vía del tren, más bosques, una buena área de descanso y otra vez carretera, hemos ido dejando atrás Lombo da Maceira, la aldea de San Mauro, ….., encontrando en Ponte Valbón el Cruceiro de Amonisa, uno de los enclaves míticos del Camino Portugués.

A partir de este punto se marcha en continuo zig zag debido a las numerosas invasiones que el trazado ha sufrido por parte de las fincas privadas. Entre prados y viñedos se arriba al caserío de Tibo donde hay una gran fuente y un precioso cruceiro, muy cerca Caldas de Reis (Aquae Celenis, según los romanos).

Miguel, que como todos los días se ha desplazado en coche caminando luego a la inversa, nos avisa que no hay albergue en Caldas, fue cerrado el año pasado aunque sigue figurando en guías e internet. Ha localizado una familia que tiene un bar y alquila habitaciones, así que reserva una con seis camas y encarga para comer una especie de cocido riquísimo y chuletas. Después de comer espléndidamente, ducha y ¡¡ siesta en sábanas !!.

Por la tarde-noche paseamos por el pueblo recorriendo su hermosa calle Real (peatonal), que nos lleva hasta el magnifico y bien conservado puente medieval, Ponte Bermaña al que le da nombre el río que atraviesa, donde hay sesión de fotos. A la vuelta pasamos por la Fonte das Burgas, una fuente termal donde unos leones vomitan sin cesar agua templada. En el casco antiguo se encuentra la iglesia de Santo Tomás Becket, arzobispo de Canterbury y gran canciller de Inglaterra, asesinado en el interior de su catedral por orden del rey Enrique II de Inglaterra, y que fue en peregrinación a Santiago en 1167 haciendo un alto en la villa de Caldas. Continuamos el recorrido por la alameda, donde un grupo de niños y niñas bailan guiados por su monitor, y tomamos unas cervezas en una terraza invitados por Paco Calatayud, que hoy ha recibido la noticia de que va a ser abuelo por primera vez. Luego a cenar caldo gallego y pescado frito mientras vemos ganar al Barça 5 a 0 al Inter de Milán. Para bajar la cena y entrar en calor porque hace verdadero frío, paseo acelerado hasta la piltra y a dormir a pierna suelta (concierto de ronquidos y vientos varios incluidos).

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