20080325

REDONDELA-PONTEVEDRA

Ponte Sampaio
Un hórreo. Los hay de todas las clases, tamaños y antigüedad

Paraje en el camino a Pontevedra

Interior del albergue de Pontevedra

Exterior del albergue

Monumento a héroes de Ponte Sampaio

Escudo de armas en el convento de Santo Domingo

Degustación en la vinacoteca Casa Verdún




28 de agosto, martes: (Redondela – Pontevedra)


Hoy la etapa es algo más larga, así que intentamos salir antes pero no hay forma: 8,30 h. tras desayunar.

Se vuelve a caminar por carretera y asfalto un buen trecho hasta que nos vamos adentrando en el bosque tras pasar el puente del ferrocarril. Siempre entre pinos, se desciende por Setefondes hasta llegar a Arcade atravesando por las típicas calles de Portas, Cimadevila, Barroncas, ….. arribando al histórico Ponte Sampaio que atraviesa el río Verdugo y donde, en la Guerra de la Independencia, el pueblo armado derrotó al ejército de Napoleón. Cruzando el puente, el Camino continúa a la izquierda por una empinada calleja empedrada por la que se atraviesa la villa. Abandonamos el casco urbano y caminamos un buen rato por carretera, ya que el sendero original está cortado, hasta retomar el antiguo camino empedrado de la Brea Vella da Canicouva. Pasamos por Bergonde, Alcouce, Bértola,….y más adelante, siempre por asfalto, O Pobo, Casal do Rio, Lusquiños,…….

Como Miguel traslada el coche al final de etapa y la hace al revés hasta que nos encuentra, ha localizado ya a 1 km de Pontevedra un buen sitio para comer. Y ¡vaya si comemos bien! : Una excelente carne guisada con patatas y una tortilla buenísima, buen vino y unos estupendos chupitos de un montón de aguardientes diferentes, y todo con la atención de Lupe, una muy agradable anfitriona.

Llegamos al albergue y en el mismo “hall” se le rompe a Paco Calatayud la botella de orujo de café que ha comprado. Ya hay excusa para volver esta noche al bar de Lupe.
El albergue es un edificio moderno y funcional, el primero que encontramos con lavadora y secadora de ropa, buena cocina y amplio salón-comedor, sofás, máquinas de café y refrescos, etc., pero algo alejado del centro y pegado a las vías del tren, aunque a las 22,oo h. termina el servicio de trenes y acaban los temblores, hasta las 6,oo de la mañana.

Los hospitaleros, muy amablemente, nos facilitan mapas de la ciudad donde marcan los puntos más interesantes para visitar. Pasamos la Glorieta de Compostela y llegamos al santuario de la Virgen Peregrina (siglo XVIII) en pleno centro del precioso casco antiguo. Esta iglesia es el punto de referencia de los peregrinos que llegan a Pontevedra y fue concebida en 1778 por el arquitecto Arturo Souto con planta en forma de vieira. La fachada esta llena de andamios por la restauración que se le está haciendo, y no se puede apreciar su sugerente decoración.

Julián y su hermano Paco se van a visitar a unos amigos que residen aquí y los demás continuamos por la calle Michelena hasta las ruinas del convento de Santo Domingo (siglos XIV-XV). Tras ver el museo y recibir explicaciones sobre algún escudo de armas llamativo, caminamos por las concurridas calles del casco antiguo hasta encontrar Casa Verdún, una excelente vinacoteca donde degustamos algunos buenos vinos con sus correspondientes tapas.

Regresamos al albergue y Miguel y los hermanos López se van a cenar y a comprar orujo al bar de Lupe, los demás nos quedamos encargados de abrirles la puerta cuando
regresen porque ya será tarde, pero no hace falta porque los boy-scouts portugueses andan entrando y saliendo a toda hora y mantienen un buen servicio de imaginaria.

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